jueves, 10 de febrero de 2011

APARICIONES DE LA VIRGEN MARÍA EN BARCELONA-ESPAÑA (año 1218 D.C.)

CARACTERÍSTICAS DE LA ÉPOCA

Tiempos difíciles los siglos XII y XIII son para los cristianos en el mundo. Los señores feudales, los gremios, y sobre todo; el encuentro de dos credos religiosos: la Fe Cristiana y la Fe Musulmana. El encuentro de estos dos mundos religiosos y culturales acarrean muchos enfrentamientos y luchas violentas, marcadas por la dominación de los musulmanes de los territorios cristianos. En ese ambiente de confrontación surge la cautividad de cristianos, que son sometidos, para que abandonen la fe y abracen el credo musulmán. Si no había oro para canjear a aquellos cautivos; eran tratados bárbaramente como esclavos durante toda su vida. Esto destruía la libertad del hombre para la que ha sido creado. Estos también son los tiempos en los que abundaron los ‘andantes de Dios’ que estaban dispuestos a jugárselo todo por seguir a Jesucristo. Uno de éstos fue Pedro Nolasco.

SAN PEDRO NOLASCO

No están muy de acuerdo los historiadores para señalar con precisión el lugar del nacimiento de Pedro Nolasco. Parece que fue en un pueblecito cercano a Barcelona y que fue por el 1180.
Dos virtudes se vislumbran en su alma desde que tiene uso de razón: la caridad y la humildad. Gozaba de dar a los pobres cuanto tenía a mano. Se sentía feliz de hacer dichosos a los otros aunque él se quedase sin nada. Dicen los cronistas de la época que entendía mucho de negocios. Parece que surcó el Mediterráneo y que llegó a varios puertos en busca de mercancías que después canjeaba por otras. Durante estas correrías presenció mucha miseria y, sobre todo a esos esclavos por la fe. Mientras, seguía su vida normal, pasaba horas pensando en las tristes escenas que había presenciado; pidiendo al Señor y a la Virgen María que le iluminen para ver lo que puede hacer.
La amistad le hizo tratar de cerca a dos grandes hombres que serán juntamente con él las piedras angulares de este edificio de la nueva orden religiosa que el Señor quiere instituir en Su Iglesia. San Pedro Nolasco era ferviente devoto de la Virgen María. Acudía a Ella en todas sus necesidades. 

LAS APARICIONES

Un día, era el 2 de Agosto de 1218, estando él en profunda meditación, tuvo la aparición de una figura femenina deslumbrante que rodeada de infinidad de ángeles, estaba vestida de blanco y con un escudo en el pecho, quien le dijo: “Es Voluntad de mi Santísimo Hijo y Mía que fundes en el mundo una Orden que en mi Honor deberá llamarse: ORDEN DE LA VIRGEN MARÍA DE LA MERCED DE LA REDENCIÓN DE CAUTIVOS. El hábito será blanco en Honor de mi Pureza, en el pecho llevará una cruz roja en recuerdo de mi Hijo y el escudo del Rey al que sirves”.
(La palabra ‘merced’ quiere decir: misericordia, ayuda, caridad). Entonces él quiso saber: “¿Pero quién soy yo para ser honrado por Dios de esta manera, y quién eres Tú para conocer los deseos del Altísimo?”. “Soy María, la Madre de Jesús, respondió Ella, El que vino a liberar al mundo, y Quien se siente disgustado por la cantidad de personas que aún padecen la esclavitud; es por ello que Él desea que esta orden sea fundada”.
Al escucharla, San Pedro se sintió transportado de alegría y se apresuró a comunicar al Rey de Aragón el mensaje que le había dado la Virgen. Al llegar al palacio, se dio cuenta que Ella se le había aparecido también al Rey de Aragón, Jaime I ‘El Conquistador’, y más tarde, que también el Canónigo de Barcelona, San Raimundo de Peñafort, había tenido la misma visión. 

LA ORDEN MERCEDARIA

Sin demora, el obispo y sus principales ministros de Barcelona, colaboraron con San Pedro Nolasco en la colocación de la piedra fundamental en el nuevo edificio monástico. El 10 de Agosto era fundada la Orden Mercedaria. La Catedral de Barcelona se llenó de fiesta, Nolasco y sus compañeros recíbían el hábito blanco de manos del Obispo don Berenguer de Palou, quien daba su aprobación oficial a la obra redentora Mercedaria. También el rey le entregó a Nolasco su escudo de armas, distintivo que hasta hoy llevan los miembros de la Familia Mercedaria. Pedro tiembla por si esto no podrá ir adelante. Y oye una voz que le dice mientras está en éxtasis: No temas a nada ni a nadie, pequeño rebaño”.El rey autorizó a la Orden Mercedaria y al Obispo de Barcelona a apoyar al ejército real. San Pedro Nolasco fue investido con el título de Maestro Principal de la Orden, y sus obras en pro del rescate de esclavos de los moros en España, se registran en los anales de la historia.
El 17 de Enero de 1235, el Papa Gregorio IX aprobó la Orden de la Merced, incorporándola plenamente a la vida y misión de la Iglesia Universal. De esta manera, se reconoció el Don especial de la redención de cautivos. Pedro es un alma de oración y penitencia extraordinarias.
San Pedro Nolasco quiere clavarse en la Cruz como Jesucristo. Conoce a fondo que lo más esencial de Cristo es su Gran Misericordia y es lo que él quiere imitar. Hay que llegar al heroísmo de entregarse para rescatar a los cautivos. Es el ‘Voto de redención’ que añadirá a los tres tradicionales de la vida religiosa. Pedro ama a la Virgen con toda su alma. A Ella ofrece y entrega su orden religiosa. Es un batallador que muere por Cristo y por sus hermanos.
La obra redentora de Nolasco se consolidó; se efectuaron muchas redenciones, cuyo fruto fue la reconquista de la libertad de muchos miles de cautivos. El rescate siempre fue una obra arriesgada y exigió grandes sacrificios. Son muchos los Mercedarios que soportaron el martirio por causa de la fe. San Pedro Nolasco, después de una vida plenamente entregada al prójimo, con su obra floreciente, entregó su espíritu a Dios el 13 de Mayo de 1249 en la ciudad de Barcelona. Desde el año 1259 los Padres Mercedarios empezaron a difundir la Devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes), la cual está muy extendida por el mundo.
Los Mercedarios rescatan 80,000 fieles cautivos y en la heroica empresa dan a la Iglesia el testimonio liberador de 1,500 frailes mártires. Esta comunidad religiosa lleva muchos siglos ayudando a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.
Hasta el 1317 se mantuvo el carácter militar de la Orden de los Mercedarios, que se convirtió en exclusivamente clerical, renunciando por tanto los frailes a las soluciones militares y a la violencia para arrancar a los cautivos de las manos de los sarracenos. La negociación, las transacciones, el intercambio, el rescate y la protección de Santa María de la Misericordia o Merced de los Cautivos (que este fue inicialmente su nombre) vino a ser el nuevo bagaje para cumplir su misión, y a fe que fueron espléndidos los resultados.
Hasta finales del siglo XVIII, la Orden Mercedaria consiguió la liberación de medio millón de cautivos, con una inversión de 2,000 millones de pesetas. Un esfuerzo extraordinario.
El más importante centro de culto de esta advocación de la Virgen fue y sigue siendo la Basílica de la Merced de Barcelona.
El nombre nació en Barcelona; fue tal el prestigio de la acción que llevaron a cabo los Mercedarios bajo la protección de la Virgen de la Merced y el agradecimiento que suscitó, que se forjó el nombre de Mercedes para recordar la liberación de los cautivos y pronto se extendió por toda España.

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